LA BELLEZZA SI TROVA NEL CAMMINO

La diocesi spagnola sta preparando una Scuola di Arte Cristiana che coinvolge tutte le espressioni estetiche: musica, pittura, scultura… Ai primi convegni preparatori, in cui si è discusso sul significato dell’architettura sacra, hanno partecipato tra gli altri Carlos Clemente e CHIESA OGGI architettura e comunicazione.

La ricerca di un’arte cristiana che parli la lingua dei nostri giorni e converta i cuori a una nuova speranza è ben presente in Spagna. Per rispondere a tale attesa la Diocesi di Alcalá de Henares sta aprendo una Escuela de Arte Cristiano, con una serie di incontri preparatori. Sotto gli auspici del Vescovo, S.E. Monsignor Juan Antonio Reig Pla e dell’Istituto di Teologia della Diocesi, diretto da Don Juan Miguel Prim Goicoechea, il primo incontro del 6 ottobre 2011 ha visto la partecipazione dell’Arch. Carlos Clemente, che con Don Prim dirige l’iniziativa, di Juan Navarro, Presidente del Centro Gaudí di Madrid, di Maria Carmen Fernández, direttore della Fondazione Félix Granda, con la prolusione del vetratista Carlos Muñoz de Pablos. I successivi incontri evidenziano l’armonia tra i diversi approcci all’arte sacra: dall’architettura alla musica, all’arte plastica, alla teologia. Il secondo incontro, il 13 ottobre, ha ruotato intorno al significato dell’architettura.

L’Arch. Carlos Clemente ha evidenziato gli studi svolti da personaggi come Rudolf Schwarz e Juan Plazaola sull’organizzazione dello spazio liturgico, e ha mostrato alcune chiese da lui stesso progettate insieme con l’Arch. Eladio Dieste in Alcalá. Per evidenziare l’importanza dell’architettura ecclesiastica, egli ha riferito che nel XX secolo nel mondo sono sorte oltre 450 cattedrali e attualmente in Spagna sono in costruzione oltre 200 chiese. Il redattore di CHIESA OGGI architettura e comunicazione, Leonardo Servadio, ha richiamato la spesso confusa discussione attorno all’aspetto esterno delle chiese, proponendo che si consideri, piuttosto che la “forma”, il problema del “cammino” che conduce dall’ambiente profano al luogo della celebrazione.
“Un percorso significativo, denso di segni capaci di parlare all’animo, aiuta chi vive nel mondo convulso della quotidianità a predisporsi in modo adeguato alla chiesa. Per questo è fondamentale che il passaggio sia ritmato da soglie eloquenti.”
Le chiese immediatamente successive all’Editto di Milano, costruite sul modello della basilica romana, “sono state adattate al ruolo religioso grazie anche al quadriportico che di per sé è momento fondante del passaggio. Ancor oggi chi entra in Sant’Ambrogio a
Milano, segue un cammino introduttivo e il passaggio cruciale nell’ampio spessore scuro della facciata, da cui si riemerge ammirando la luce riflessa nell’oro dell’altare.”L’argomento è stato discusso per l’oggi attraverso una serie di esempi di approssimazione “crescente” verso tale concetto. Il primo, la chiesa Dives in Misericordia, eretta a Roma, a seguito di concorso internazionale a inviti, vinto dall’Arch. Richard Meier.“Un edificio che si presenta come polo di riferimento per il quartiere, ma lascia aperti molti problemi: non c’è effetto di soglia tra fuori e dentro, dove la luminosità è omogenea a causa delle immense vetrate trasparenti che lasciano in secondo piano l’altare.
Qui il committente che non ha orientato l’architetto.”
Eppure Meier, pur razionalista, ha fatto di tutto per dare significato plastico all’edificio: proprio come Le Corbusier con la Cappella di Ronchamp.
Ma quest’ultimo, consigliato da padre Paul Couturier, oltre a una forma importante, ha disegnato un ambiente luministico adatto alla preghiera.
L’importanza della guida del committente è evidente anche nella vicenda del santuario di San Pio, opera dell’Arch. Renzo Piano: il cui primo progetto è stato rielaborato, col liturgista Mons. Crispino Valenziano: aggiungendo un camminamento assiale che evidenzia l’altare, altrimenti schiacciato dal pilastro centrale. Un esempio che mostra l’efficacia del dialogo previo col committente è la chiesa del Santo Volto a Torino, progetto dell’Arch. Mario Botta: il Vescovo, S.Em. Card. Severino Poletto, ha seguito i lavori col Consiglio parrocchiale, e “questo ha portato a variazioni già nel progetto, cambiando la pianta da ottagonale a ettagonale, che meglio demarca, pur nella centralità, l’asse verso l’altare, cui si accompagna lo slancio verticale della grande croce all’esterno e dell’alta copertura all’interno.” Solo se lo spazio della chiesa è eloquente il termine “bellezza” acquista efficacia.

Informazioni sul Corso di Alcalá de Henares nel sito <www.escueladeartecristiano.es>

La necesidad de un debate sobre la  definición y creación del templo cristiano así como su organización, su expresión e imagen,  con las artes de la liturgia: las música y sus instrumentos, las imágenes, el sagrario y los vasos sagrados, las vidrieras, las vestimentas y la arquitectura que acoger a todas en su espacio, tiene la evidencia de la gran necesidad que hay de nuevos templos.  En muchas de las nuevas urbanizaciones construidas, con poblaciones de varios miles de habitantes falta aún un templo cercano en torno al que se congregue su comunidad cristiana.

En Alcalá, que es una diócesis de tipo medio se han construido en los últimos 15 años 9 templos, pero son aún muchos las nuevas áreas urbanizadas que no tienen su templo; las necesidades inmediatas son al menos la construcción de 12 templos (5 en Alcalá, 3 en Torrejón, Coslada, Rivas, Arganda, Paracuellos…). Si se siguiera a ese ritmo de un templo anual se tardaría todo el siglo XXI en cubrir las necesidades actuales, solo de lo construido en los últimos 25 años. Si en todo el siglo no se urbanizara ningún área esa media podría estimarse en los 88 años que quedan del siglo pero es evidente que la sociedad crecerá y esa  media para cubrirse debería triplicarse hasta el año 3000. Y para ello debemos de estar preparados, esta reflexión debe estar presente y la debemos conocer con los pies en la tierra, con realismo, enfrentándonos a ella.

En este momento, en España se trabaja sobre 256 nuevos templos. Pero son cuatro veces más lo que se necesitarían para que cada nuevo barrio tuviera su templo cercano.

En el siglo XX, se realizaron algo más 400 catedrales y grandes santuarios en el templo cristiano. Desde las tres de Guinea Ecuatorial, planificadas en los años 10 y 20 (Malabo, Bata y Eveveyin), a sus contemporáneas como la de Castellón , la Sagrada Familia, o sus posteriores como la Almudena, la nueva de Vitoria y otras 18 mas españolas recientemente erigidas como las cercanas de Getafe o la nuestra de Alcalá, erigida sobre la antigua Magistral.  En el inicio del siglo XX, la apertura de grandes áreas del mundo como los países del este y el Continente asiático ha empezado con actividad renovada en la erección de nuevas diócesis que requieren de la cátedra del Obispo y de nuevos templos que serán el testimonio de una iglesia en plena actividad.

Los obispos y  sacerdotes, los fieles y los profesionales de la arquitectura y las artes deben estar al día en las realizaciones y las respuestas que continuamente están dándose en cada diócesis y en cada lugar en los que se esta necesitando la erección de un templo.

El programa para la planificación del templo cristiano requiere dar solución integrada a una veintena de soluciones que están interconectadas, Solo conociéndolas y tratándolas unitariamente podremos dar solución unitaria a la creación de un nuevo templo en el que se plasme lo mejor de nuestra misión.

El templo requiere en su interior de un atrio o acceso, la torre, la cruz, el campanario, la fachada. En su interior el templo y disposición de los fieles, el presbiterio con el ambón, la sede, el altar, el sagrario, la cr
uz la Virgen y el santo titular. La sacristía, la capilla bautismal, la capilla penitencial o los confesionarios, el coro. En su caso,  la capilla del sagrario. También el centro parroquial, donde impartir la catequesis, las reuniones de los grupos y el despacho parroquial. Todo este programa se debe contemplar desde el principio aunque haya parroquias centenarias como ocurre, sin duda,  en casi todas las catedrales antiguas y modernas.

Por tanto, si la definición del carácter, el carisma y la aplicación de la liturgia necesita de un obispado preparado y bien organizado, en el que el sacerdote responsable de su sede parroquial pueda apoyarse y ser comprendido y ayudado,  este clero, debe saber apoyarse en los profesionales mas capaces y mejor formados en sus oficios y técnicas: los arquitectos por supuesto, y con ellos el vidriero, el campanero, y los artífices de los objetos litúrgicos, los  bancos y el resto del mobiliario, los ornamentos, carpinteros, electricistas , los técnicos informáticos y los expertos en la acústica y el sonido.

una reflexión centenaria, de la postguerra y los preámbulos del Vaticano I: de la Lumen Gentium y la Rerum novarum, a la carta a los artistas de Juan Pablo II.

En un camino paralelo a los escritos doctrinales los arquitectos y los artistas que se llevan enfrentando en la última centuria a un arte tan peculiar como el lugar de la contemplación y la oración se enfrentan a un hecho poco corriente en su profesión. Son obra que deben de transmitir y hablar por sí mismas, cuya emoción y transcendencia son condición esencial para poderse llamar templo; para resolver el resultado pedido.

En esta línea, hemos seleccionado para la conferencia algunas de las iglesias que se han ido realizando en los últimos años del siglo XX y en este inicio del XXI:

1. La planificación del  templo, según el conocido análisis de Juan Plazaola, autor del Arte cristiano actual, obra básica de referencia para este curso, se resume en los tres modelos de planta que marcan la organización de la iglesia: la Circular, la Basílica que evoluciona a la planta de cruz y la Asamblea con un eje semiabierto.
2. La Catedral de Santiago en la remodelación y ampliación del arquitecto Miguel Ferro Caaveiro -1794 responde al desarrollo de una Catedral, iglesia de iglesias que además del templo tiene otras capillas, algunas del tamaño de una iglesia. El arquitecto planifica las nuevas portadas y el propio Obispado de Santiago en el ámbito de la Catedral tal como hoy lo conocemos.
3. La iglesia garaje.
4/5. Capilla de Notre Dame du Haut,  de Ronchamp, Le Corbusier. 1950-1955
6-8. San Marcos de Canavezes-Portugal- Álvaro Siza 2000
9. Catedral de Las Lajas- Colombia- Siglo XIX
10. Iglesia de la Santa Cruz de Arizona, USA. 1956
11. Thorncrow Chapel, USA. E Fay Jhons. 1980
12. Cristos de William Condong, informalismo americano. Siglo XX
13-17. Sagrada Familia – Barcelona- Antonio Gaudí. Siglo XX (Jordi Bonet Siglo XXI)
18/19. Catedral de Brasilia, Oscar Niemeyer-Lucio Costa. 1960
20. Iglesia del Jubileo –Roma- Richard Meier. 2000
21. Santa María de los Ángeles, Mario Botta. 1995
22/23. Catedral de Evry, del Cristo de la resurrección, Mario Botta. 1993
24. Santa Mónica-Rivas Vaciamadrid, Obispado de Alcalá- Ignacio Vicens y Hualde. 1998
25. Capilla del Colegio de Santa María- Santiago de Chile- Enrique Browne. 1995
26-28. Capilla  de Tlalpan – México- Luis Barragán- 1952
29-31. Iglesias del Agua y de la Luz – Japón- Tadao Ando. 1980
32-35. Iglesias de Alcobendas y Orcasitas (Madrid) Miguel Fisac. 1970
36-39. Catedral de Santa Maria de los Ángeles – California, USA-  Rafael Moneo. 2001
40. Catedral Oakland USA. Santiago Calatrava. 2005
41-42. La Catedral de Cristal. Philip Johnson. 1980
43-44. Santuario de Torreciudad, Barbastro, Huesca. Heliodoro Dolls. 1986
45/46. Iglesia de San Sebastián Mártir (Arganda, Obispado de Alcalá) Jose Luis González. 2008
47. Iglesia de Santiago Apóstol (Torrejón de Ardoz, Obispado de Alcalá) Jose Luis González 2010
48/49 Nuestra Señora de los Olivos (Mejorada del Campo, Obispado de Alcalá) Eladio Dieste, Carlos Clemente, Juan de Dios de la Hoz. 1995
50. Sagrada Familia (Torrejón de Ardoz, Obispado de Alcalá) Eladio Dieste, Carlos Clemente, Juan de Dios de la Hoz. 1997
51-57. San Juan de Ávila (Alcalá de Henares, Obispado de Alcalá) Eladio Dieste, Carlos Clemente, Juan de Dios de la Hoz.  1996

1.
Consideriamo alcune chiese nuove italiane avendo come punto di riferimento anzitutto il senso del cammino processionale d’ingresso come parte strutturante e qualificante dell’edificio.
L’obiettivo è di superare il giudizio puramente formale sulla chiesa e spostarlo su un giudizio sostanziale, attinente alla modalità in cui lo spazio liturgico viene rappresentato all’esterno tramite il modo in cui comunica a chi si approssima, per il mezzo di opportuni segni, che lo spazio in cui entrerà è “altro” rispetto al mondo, seppur parte del mondo. E considerare in tal senso l’interno come continuazione del percorso esterno, secondo una continuità di carattere catechetico liturgico.

La presenza del simbolo in chiesa è fondante. Ma non bisogna dare valore di simbolo agli elementi architettonici: ci sono simboli sostanziali e simboli che hanno valore culturale e cambiano coll’evolvere delle culture. La colonna, la cupola, il campanile possono avere valore di simbolo, ma non con la permanenza e la pregnanza della croce, del pane consacrato, dell’altare… quelli rimandano a una consuetudine radicata in specifici periodi e luoghi; questi a una teologia e una liturgia che ricollega direttamente a Cristo.

2.
La chiesa Dives in Misericordia nel quartiere Tor Tre Teste a Roma è esemplare per molti aspetti. È la conseguenza di un concorso internazionale per idee tenutosi nel 1993, per lanciare il grande progetto “50 chiese per Roma 2000”. Roma 2000 è il “grande Giubileo” di fine millennio. E siccome la vasta periferia romana era ancora carente di centri parrocchiali, il Vicariato risolse di cercare con l’occasione del Giubileo di lanciare un grande progetto edificatorio per dotare tutte le nuove periferie di chiese.

Come partenza nel 1993 si propose un un concorso di idee per due centri parrocchiali, in due quartieri, Tor Tre Teste e Acilia. Parteciparono centinaia di studi, oltre 2000 professionisti coinvolti. Fu dichiarato vincitore solo un progetto per Acilia (dello Studio Bozzini di Milano), mentre per Tor Tre Teste non si individuò alcun vincitore.

Si decise allora di attuare un nuovo concorso a inviti riservato solo a importanti studi di rilievo mondiale (invitati Santiago Calatrava, Peter Eisenman, Robert Venturi, Richard Meier,
Frank Gehry, Tadao Ando ) vinse Richard Meier.

Un grosso cementificio italiano prese a cuore il progetto basato su tre “vele” a sezione sferica (la chiesa) poste accanto a un parallelepipedo (la canonica e i servizi parrocchiali).

Per realizzare l’edificio con vele così grandi si impegnò uno dei massimi ingegneri di Roma, Antonio Michetti, che ideò un sistema di conci prefabbricati da montare tramite una macchina enorme, un carroponte, per spostare i blocchi di cemento e collocarli per comporre le enormi vele: ognuno doveva essere sollevato e ruotato fino alla posizione e all’inclinazione giusta. La spesa fu molto forte, oltre 30 milioni di euro. L’edificio fu realizzato in una decina di anni.

La vela più alta è di 26 metri.

La chiesa è ben visibile: c’è una leggera salita che porta alla piazza dove è collocata, e dall’altro lato c’è il prato. Domina attorno, per quanto vicini ci siano alti  palazzi
abitativi. Effettivamente definisce un centro.

Meier è neorazionalista convinto, ma come Le Corbusier quando disegnò Ronchamp, ha seguito un approccio originale: la chiesa si distingue nettamente, ha una poetica tutta sua. In entrambi i casi il tema della luce e delle vetrate è fondamentale. Le Corbusier ha posto vetrate colorate.
Meier ha lasciato tutto bianco e le vetrate trasparenti.

In entrambi i casi l’architettura esternamente è squillante sull’intorno.
Dentro, Ronchamp trova il linguaggio della mistica.
A Tor Tre Teste sorge qualche problema.

La chiesa assolve il suo compito di annuncio esterno. L’interno lascia molti perplessi.

Per quel che mi riguarda, trovo che la progressione nell’avvicinamento sia notevole, la presenza abbia un che di maestoso, vista da fuori.

Dentro, la sensazione è strana: l’abitudine è di trovare una variazione della luminosità, nell’entrare. Ma questa, qui non si esperisce, a causa delle enormi vetrate sui due fronti e sul soffitto. La sensazione è quella del cockpit di un aereo militare: qualcosa che ti immerge nel cielo.

Al di là di questo, lo spazio non appare studiato in funzione delle presenze liturgiche. La dinamica interna dello spazio si realizza tra due poli: il crocifisso e l’organo: il primo sopra l’altare il secondo sopra l’ingresso. Il chiarore diffuso in alto, la mancanza di un “tetto”, spostano in alto l’attenzione.
La dinamica attivata dalle tre “vele” si perde nell’assialità dell’aula che è parallela alla parete dalla quale si allontanano le vele. In mezzo a tutta questa luminosità, l’altare resta nascosto: ci vuole un faro zenitale per farlo vedere.

Non c’è stata una vera consulenza liturgica. Ho chiesto a Meier, che mi ha detto di aver consultato  qualcuno e di aver letto le richieste del committente: ma in realtà semplicemente non c’è stata una presenza attiva del committente nell’indirizzare il progettista. Questo è grande, eccellente, geniale, ma evidentemente, essendo lontano dalla sensibilità cristiana, non ha compiuto il cammino percorso da Le Corbusier con p. Couturie, quando pose mano a Ronchamp e al convento di le Tourette.

3.
Un altro caso emblematico di latitanza del committente è la nuova chiesa del santuario di San Pio da Pietralcina a San Giovanni Rotondo. I francescani del monastero vollero incaricare Renzo Piano e gli affidarono in completa fiducia il progetto, e questi sviluppò un’idea interessante: data la presenza di grandi masse di persone che giungono al santuario d’estate, ha supposto in un primo tempo che si potesse celebrare sia per i circa 7000 che possono trovare posto nella chiesa, sia per altre migliaia di persone sull’antistante sagrato. Ha disegnato una chiesa che in pianta si vede come una chiocciola, una conchiglia a spirale logaritmica, con una grande parete vetrata verso il sagrato. Accanto a tale parete doveva stare l’altare, la parete vetrata aprirsi tutta e così alla celebrazione avrebbero potuto partecipare sia quelli entro, sia quelli fuori.
Piano non è avulso dalla cultura cattolica, e intendeva così realizzare un edificio che pur nelle dimensioni enormi, rappresentasse l’umiltà francescana di s. Pio, ne segnalasse la presenza (l’edificio è stato pensato per ospitare il sepolcro del Santo) e permettesse una grande celebrazione con i fedeli “circumstantes”, all’altare.
Così ecco l’andamento a chiocciola che avviluppa verso il centro, attraversato dai grandi archi ribassati in pietra di nuova concezione (tagliati con procedimenti perfetti, tenuti assieme da catene interne in acciaio per evitare spostamenti nel caso di scosse sismiche), che determinano una serie di settori circolari, specie di navate disposte attorno all’altare e su di esso convergenti.
Poiché tutta la costruzione si impernia sul pilastrone centrale, sotto il quale, nella cripta, c’è il sacello per il Santo e poiché l’altare è posto in vicinanza di tale pilastrone (2 m di diametro), è il pilastrone che diventa protagonista dell’architettura interna e delle dinamiche dello spazio. Questo dimostra come la concezione fosse forse incentrata tutta sulla preminenza della presenza di san Pio. L’altare resta come schiacciato dalla mole del pilastro.
A progetto ultimato, è intervenuto Mons. Crispino Valenziano che ha imposto di recuperare un asse processionale che andasse diritto verso l’altare da un luogo perimetrale: è stato così deciso di individuare un nuovo accesso principale, non dal sagrato su cui si apre la vetrata, ma da un punto perimetrale diverso. Quindi chi accede dal sagrato deve passare accanto alla chiesa e entra nell’ingresso che resta segnato da un alto elemento, come uno stendardo: da lì si apre il camminamento che porta all’altare passando in mezzo alle cerchie di banchi. Lo spazio circolare centripeto resta attraversato dall’asse processionale privilegiato.
Il battistero sta fuori, segnato da un altro “stendardo” simile ma più basso, sul lato opposto.
La grande vetrata non si apre a scomparsa. Il progetto è partito in un certo modo, ed è stato modificato “in corso d’opera” per recuperare il protagonismo dell’altare, che correva il rischio di perdersi.

Due esempi che mostrano come sia importante che il progetto sia concepito sin dall’inizio insieme con la consulenza di un liturgista. Sono le due più importanti chiese realizzate in Italia in questi ultimi anni. Già il santuario di San Pio è stato rielaborato. C’è tempo per riadattare meglio anche la magnifica architettura di Meier, recuperando gli equilibri interni che oggi sono un equivoci.

4.
Esempi significativi di chiese contemporanee importanti ha realizzato Mario Botta. Anche lui non sempre si serve di un liturgista, ma la maggiore consuetudine e forse anche la minore dimensione delle chiese, l’hanno favorito. Mostro due esempi: la chiesa del Santo Volto di Torino, un eccellente esempio in cui la pianta centrale circolare si sposa col concetto assiale e funziona.
Vi sono sette elementi-lucernari che sorgono dal perimetro e si uniscono in alto, come prese di luce. Ognuno di questi elementi segna un luogo: altare, battistero, organo, coro, confessionali. Il fatto di essere dispari consente di rimarcare l’assialità: l’ingresso sta tra due elementi e fronteggia quello in posizione absidale.
Sulla parete di fondo, in mattoni a vista, con la tecnica di inclinare la faccia di alcuni mattoni si ottiene un gioco chiaroscurale grazie al quale, operando col rilievo computerizzato, si disegna l’immagine della Sindone. Una idea geniale, e facilmente riconoscibile da chiunque, specialmente a Torino.
L’architettura esterna è un omaggio alla fabbrica che occupava questo lotto, e ne conserva la ciminiera, contornata da una striscia avvolgente di punte d’acciaio che s’illuminano di notte, come una corona di spine trasfigurata.

E la chiesa nuova di Poggio Bracciolini, dal disegno molto interessante: il prospetto laterale è un triangolo rettangolo, l’aula in pianta è rettangolare ma conclusa da due absidi affiancate che si manifestano all’esterno come due semicilindri accostati nella parte alta della chiesa.
Tra le due absidi avanza una “cresta” segnata da una vetrata policroma che si prolunga sulla copertura discendente, verso l’ingresso, segnando in alto il cammino processionale.
Sono rimasto perplesso per le due absidi, che sembrano generare una dicotomia entro uno spazio che dovrebbe essere decisamente unitario. Botta mi ha spiegato che l’unitarietà è segnata proprio dalla “cresta” vetrata che diventa la sintesi delle due absidi e che proietta l’altare in avanti verso l’assemblea. A voi giudicare se  è vero o no che funziona così.

Due chiese diverse, due soluzioni assai diverse. Quale la differenza? Mi sembra che nel primo caso il dialogo col committente sia stato molto più proficuo. Il Card. Poletto ha dialogato con Botta, a partire dall’idea di voler mantenere la memoria della fabbrica: è questa che dà forma alla chiesa. Un’altra indi
cazione emersa nel dialogo col committente è stata quella che ha portato a scegliere la pianta ettagonale invece di quella ottagonale: Botta l’ha subito accettata, comprendendo la potenzialità del segnare un asse mediano, che altrimenti non avrebbe avuto la stessa forza.

5.
Altre chiese recenti, sono frutto del concorso “Progetti pilota” della Conferenza Episcopale (un concorso tripartito, per tre diocesi del centro del sud e del nord Italia).
Il secondo di questi concorsi, nel 2000 è stato vinto per Foligno da Massimiliano Fuksas. La sua chiesa, dedicata a San Paolo, compiuta nel 2009, ha sollevato moltissime critiche: sorda, muta, priva di senso, schiaccia l’intorno, un catafalco, ecc.
Ma ha una precisa ragion d’essere. Sorge sul terreno dove molti parrocchiani di una chiesa del centro di Foligno si attendarono dopo che un terremoto nel ’97 aveva danneggiato eccessivamente la loro chiesa e le loro case del centro storico.
È quindi un luogo di memoria e di riaffermazione della volontà della gente, di andare avanti, di permanere come comunità . La chiesa, che si eleva ben al di sopra delle villette periferiche vicine, rappresenta questo.
Si confronta lontano coi lontani monti. All’interno c’è un secondo contenitore in cemento alleggerito che resta sospeso ed è attraversato da condotti di luce che evidenziano altare, ambone e segnano un percorso perimetrale, un deambulatorio come quello delle cattedrali gotiche.
Anche all’esterno, una fenditura basale lungo tutta la facciata principale e uno sporto delle pareti laterali di 50 cm dà l’impressione che la grande massa cementizia leviti. Il sagrato ampio e in leggera ascesa contribuisce a questa sensazione di levitamento.
L’ingresso avviene dalla fenditura nella facciata. Data la grande massa superiore, al passare ci si sente schiacciati: a me sembra che questo sia un grande pregio: perché si segna in modo più marcato il limite, la soglia, il passaggio e la trasformazione che questa comporta.
I fasci di luce all’interno, il disegno accurato di tutto l’insieme fanno il resto. Alla lunga credo che risulterà tra le chiese più riuscite e complete, oltre che unitarie e coerenti.
Malgrado le critiche, qui l’architetto ha seguito le richieste del committente, interpretandole in modo semplice ma efficace. La chiesa ha una monumentalità incontrastata nell’intorno. L’apparato liturgico risalta grazie ai fasci di luce ben studiati.

6.
Si potrà discutere sul valore estetico delle architetture. Queste ultime tre sono rappresentative di un modo di impostare il concorso come sistema di assegnazione degli incarichi: la CEI infatti ha richiesto che partecipassero gruppi, composti almeno dal progettista leader, ma anche da un liturgista e almeno un artista.
Grandi nomi possono dare garanzie di efficacia sotto il profilo espressivo, ma non necessariamente sotto il profilo liturgico (come s’è visto nel caso di Meier).
Ma nella chiesa edificio la liturgia è tutto: l’edificio ospita l’azione liturgica e resta come memoria dell’azione liturgica quando questa non è in atto.
Il suo legame con la città deve pertanto imperniarsi su tale azione liturgica, e la presentazione esterna non può essere priva di connessione con essa.
Altro è progettare un buon monumento o una buona aula o un buon mausoleo, altro progettare una chiesa. La cui architettura è estremamente complessa per l’intersecarsi dei regimi liturgico, pastorale, urbano. Oggi in particolare la chiesa deve essere anche annuncio nuovo in una società che è terra di nuova missione. Se l’architettura saprà farsi carico di esprimere l’azione liturgica, saprà farsi carico di questa nuova missionarietà e in tal modo saprà dar luogo alla chiesa dei nostri giorni. Non alla riedizione di una chiesa di secoli addietro, tirata per i capelli entro tecniche diverse, per una società diversa, per una città diversa, per una cultura diversa.

 

 

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